Electricidad con queso

El ingenio no tiene límites. Quién hubiera podido pensar que hay truco en ese proyecto tan ecológico presentado a bombo y platillo, que es la desaladora de El Palmer.La versión oficial es que no sólo iba a desalar agua, sino que también iba a producir energía eléctrica. Menudo hito.Bueno, pues los ecologistas de Cóndor han dado con la clave del invento. Se trata sencillamente de un juego con las tarifas, que lo que en realidad permite es engordar al intermediario. Y además tan a lo bestia como pasa con los productos agrícolas.Esta central reciclaría energía nocturna con el fin de convertirla en diurna. Es decir, que se acogen a la tarifa nocturna de Endesa para generar electricidad a precio de tarifa normal. ¿Lo pillan?. Además la energía que se gasta en elevar el agua a 600 metros para luego dejarla caer y producir otra energía es tres veces superior a la que se crea.Además señalan que este proyecto de desaladoras reversibles contribuyen a no enviar CO2 a la atmósfera, ya que devuelven energía limpia evitando que se tengan que producir nuevos gases contaminantes, lo que para Cóndor de lo que verdaderamente se trata es de "cambiar" una cantidad de energía por otra tres veces más pequeña pero mucho más cara.Hay que reconocer que el proceso es ingenioso, y que seguramente no sólo se trata de tarifas (compro barato y vendo caro), porque además seguro que hay subvenciones por medio habida cuenta de que se trata de un invento ecológico... con lo que eso mola.Y bueno sería que los amigos de Cóndor se decidieran a investigar y analizar los llamados “huertos solares” con los que nos quieren repoblar media provincia, porque también parece que su agua van a ser los juegos de tarifa y las subvenciones públicas.A todo esto -y va por los ecologistas- habría que replantearse lo de la moratoria nuclear, porque a este paso...