10.5.06

El profeta y su tierra

Son casi sesenta artículos publicados en la prensa local, y ahora, y con la colaboración del Instituto de Estudios Almerienses de la Diputación, y del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales, forman ahora una libro titulado “Lenguaje transparente”.
Su autor es Manuel López Jerez, que lleva años intentando abrir el campo de trabajo de los graduados sociales, para que dejen de ser los que te llevan los papeles, y ocupen un lugar en el asesoramiento de recursos humanos en las empresas.
El libro toca algunos puntos claves en las relaciones entre el trabajador y el empresario, pero también entre los propios compañeros, analizando los problemas que se generan, se mantienen, se enquistan y acaban afectando tanto a la producción como a las personas en su vida social y privada.Así López Jerez habla de los “acomodados”, que siempre se las apañan para estar en el sitio adecuado en el momento oportuno para no dar palo al agua; habla también de la “cultura burocrática” y el tiempo que nos consume, plante la ingeniosa teoría de “Paquito el chocolatero”, o del “capital humano” almeriense que se refleja en un personaje como David Bisbal.
Se autodefine como “coach”, que es el término que se ha impuesto en el mundo de los recursos humanos para referirse a los “entrenadores”, es decir a quienes tienen como misión formar equipos, hacerlos funcionar; son los mecánicos de la maquinaria empresarial, los que le echan el aceite en el momento oportuno, o la refrigeran si se recalienta.
Quizá esa expresión -la de “coach”- retraiga un poco a quienes entienden que su empresa está necesitada de este tipo de intervenciones. Las empresas almerienses, sobre todo las del sector agrícola, mejorarían su producción con la presencia de un “entrenador”, y evitarían esas tensiones tan habituales. Pero habrá que esperar que algún Smith venga a vendérnoslo.

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