Los datos económicos que apunta el Informe de Coyuntura de la Cámara de Comercio son preocupantes, y lo curioso es que ningún responsable político o sindical haya hecho ninguna valoración al respecto. O quizá sea por eso.Los datos de desempleo de los que dábamos cuenta el jueves indicaban a las claras que Almería es la provincia andaluza donde más ha subido el paro en julio. La excusa de que coincide con el fin de la campaña agrícola no vale, ya que se inicia la campaña de turismo veraniego, por lo que una cosa debiera haber compensado la otra. No ha sido así, y además, si a eso le añadimos que el Informe de la Cámara corrobora que ha subido la producción agrícola y han descendido los ingresos por la misma, es como para que se enciendan las luces rojas.Sumemos a eso que el sector del mármol está estancado según esta misma fuente, que colma su visión de la realidad económica almeriense diciendo que la inflación en la provincia es alta, y eso contribuye al estancamiento.Por otro lado observamos que lo que se apunta como motor económico es la construcción, hasta el punto de que la mitad de las empresas creadas se dedican al “ladrillo” en sus distintas variantes. Sobre esto nos faltan datos para poder opinar sobre su bondad o no, pues depende del tipo de empresas y los fines que persigan, el entender si crecer por ahí es bueno o malo.En cuanto al turismo, es evidente que falta un proyecto serio a nivel provincial, y que cada cual -cada cadena hotelera, cada municipio, cada comarca, cada institución- va su aire, y los esfuerzos que en algún momento se hacen por promocionar algo conjunto son en vano. Lo cierto es que Almería está dirigiéndose hacia un nuevo modelo, que no tiene porqué ser mejor que el mantenido hasta ahora, que incluso puede ser peor a medio plazo. Cuanto antes nos hagamos a la idea, mejor.
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2 comentarios:
Esta claro que el modelo ecónomico almeriense va a sufrir una increíble transformación que puede dar al traste con la riqueza que goza ahora nuestra tierra si no actuamos de la manera más adecuada.
Los almerienses han de saber que su bienestar pasa por la firme intención de invertir fuera su tierra. El mejor ejemplo está en la agricultura, es necesario realizar importantes inversiones para crear una tejido empresarial con una alta especialización que permita ofrecer servicios a otros lugares donde los costes de producción son más bajos.
Falta mentalidad empresarial. Los muchos empresarios que conozco, no dejan de ser unos advenedizos, con cierta picardía, carentes de escrúpulos morales alguno, sorprendentemente incultos y algunos semianalfabetos.
He podido comprobar que a pesar de tener en algunos casos grandes ganancias, no pagan a su personal ni un céntimo más de lo estipulado en convenio, y en algunos casos les hacen incluso trabajar más.
Con ese panorama ¿qué esperanza hay de que el panorama empresarial tenga una mínima visión de futuro y cierta capacidad de empatía respecto a su personal, proveedores y clientes?
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