La Empresa Pública del Suelo de Andalucía, EPSA, y el Ayuntamiento de Almería no se ponen de acuerdo. Entre ambos se firmó un convenio para desarrollar la zona de El Toyo, que siendo un suelo municipal -es decir, de los almerienses- sería urbanizado por esta empresa de la Junta de Andalucía, llevándose en compensación el 7% de los beneficios derivados de la venta de parcelas.Ese acuerdo se firmó con un alcalde socialista, Santiago Martínez Cabrejas, y un concejal de Urbanismo de Izquierda Unida, Diego Cervantes, y del que el actual edil de Hacienda, Joaquín Aynat, del PP, afirma que “yo nunca lo hubiera afirmado, ni hubiera aconsejado a mi alcalde hacerlo”.Ahora el problema es que el PP y GIAL entienden que es el momento de resolver el convenio, y se cifran en una cantidad determinada el dinero a pagar a EPSA, en tanto que esta empresa entiende que no debe cobrar sólo el 7% sobre el suelo vendido hasta el momento, si no que quiere lo mismo sobre lo que resta por enajenar.Pero lo sorprendente no es la actitud de EPSA, que como empresa está en su derecho de arañar hasta el último euro de beneficio posible; lo que sorprende es que el grupo municipal socialista que debe defender los derechos -y el patrimonio- de los almerienses reclame mantener el convenio. Hacerlo así sólo contribuiría a incrementar la cuenta de resultados de EPSA, por lo que da la sensación de que los socialistas intentan que la Junta de Andalucía -propietaria de la empresa- siga enriqueciéndose con El Toyo.Eso tampoco estaría mal, puesto que al fin y al cabo la Junta de Andalucía es la primera institución de nuestra realidad nacional (¡a que suena bien, presidente!), pero claro, a uno se le quitan las ganas de justificar la bondad del argumento del PSOE cuando llega el delegado de Obras Públicas, José Luis Caparrós y dice que es una “tontería” pedir que los beneficios de EPSA se reinviertan en Almería. Pues con nuestro Toyo se lo coman.
3.8.06
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