Parece que estamos destinados a repetirnos una y otra vez, y resulta cansino que todos los años los periódicos hagamos de la Feria una permanente reiteración. Entono el mea culpa, cierto.
Y es que la foto de portada del sábado es siempre la misma -encendido-, luego está el balance de mitad de Feria, la foto de la Batalla de Flores, y cerramos con las toneladas de basura recogidas o el número de participantes en las distintas actividades. Por supuesto, lo más importante de todo es el debate -repetido y repetitivo- de si la Feria debe acortar o no su duranción. Un lector comentaba que desde que se conoce el debate es el mismo, y es verdad, aunque discrepo de él en que la Feria de Almería tenga tintes sevillanos... ni mucho menos, es más parecida a la de Granada, por ejemplo (o viceversa, no me sean suspicaces entre vecinos).
Si esto es lo de todos los años, cada cuatro -cada olimpiada- se abre también de modo repetido y repetitivo la carrera electoral, y es en septiembre cuando ya nos deslizamos cuesta abajo y sin frenos a las elecciones municipales del mes de mayo.
Ahí tenían días atrás la portada de Diario de Almería, con la foto de la sede del PAL (P de AL, como correctamente señala otro avispado lector) en la capital, ubicada pared con pared a la del PP en el Paseo de Almería. ¿Se trata de una provocación? Quizá no. Insisto: quizá no.
A ver la cara que pone Javier Arenas cuando pase bajo el cartel del PAL para entrar en el PP.
Que conste que nosotros se lo agradecemos, que tenemos las oficinas justo en la otra acera y vamos a ser testigos directos de todo. Que morbo. Les contaré.