Medio ambiente, pero medio de verdad

Es uno de tantos días especiales que hay al año, y que suele servir para poco más que una foto, una breve noticia, y en el mejor de los casos un anuncio institucional.El Día del Medioambiente en Almería pasa sin pena ni gloria, como es lógico, porque al fin y al cabo en esta provincia tendremos que comenzar a llevar luto por él muy pronto.Nuestro medioambiente va camino de ser medio, es decir, de ser la mitad de lo que debía ser.Mientras aplauden hasta con las orejas que la Junta ejerza el retracto con el solar del hotel de El Algarrobico (no vamos a insistir en el tema), se les olvida que eso es sólo la punta del iceberg, ya que hay previstos hasta siete hoteles más y cientos de viviendas y campos de golf en esa misma zona. Pero da igual, no pasa nada, se tira -si acaso pasa- este hotel, se queda bien con el votante y listo.Pero dejamos Carboneras, y nos marchamos a Níjar, donde lo que está pasando en Aguamarga es de juzgado de guardia, pero la Junta sigue mirando hacia otro lado... quizá hasta que llegue Greenpeace y monte alguno de sus espectáculos mediáticos, quién sabe.Por si los atentados medioambientales en la zona costera son actualidad, perdidos entre carpetas de expedientes sin resolver están los temas relativos a la agricultura. Los invernaderos que todo lo devoran, haya o no haya agua, haya o no haya suelo, haya o no haya licencias.No sólo invernaderos, almacenes y alhóndigas construidos en suelo protegido pasan cualquier inspección sin problemas. A ver, si para el Parque de Innovación Tecnológica de Almería (PITA) que auspicia la Junta de Andalucía se compran terrenos protegidos que luego hay que desproteger, porqué no se va a hacer lo mismo con los particulares.Y eso por no hablar de las construcciones en ramblas, las playas maltrechas, los ruidos, los humos, los vertidos, las industrias contaminantes junto al mar... ¡Feliz día señora Coves, señor Luque!.